Aprender a cooperar

Ser equipo

El todo es más que la suma de las partes

Cada grupo es único en sí mismo, es la suma de cada uno de sus individuos que, unidos, adquieren una entidad nueva llena de posibilidades.

En una buena dinámica de equipo la empatía, la comunicación respetuosa y la coordinación entre sus componentes son esenciales para que el grupo tenga la capacidad de evolucionar y renovarse de manera fluida.

Creamos un ambiente amable para explorar, respetando la personalidad y las cualidades de cada cual, formas de estar y ser parte de un grupo atento, conectado y con capacidad de cambio, preparado para ser la mejor versión de sí mismo.

Una comunidad de personas tiene una gran potencialidad si está bien coordinada y si cada persona está en el lugar que le corresponde y es reconocida por ello. En esta formación el enfoque sistémico es esencial.

La premisa esencial de la mirada sistémica es que todas las personas integrantes de un grupo, equipo, comunidad o familia están interconectadas entre ellas formando un sistema vivo. De manera que, si se produce un movimiento en alguno de sus integrantes (emocional, de salud, profesional…), este cambio afecta a todo el grupo y necesita que se le dedique atención para restaurar su equilibrio.

Aprenderemos a:

Cultivar una presencia serena y proactiva

Principios básicos de la mirada sistémica

Abertura y confianza en el otro

Habilidades comunicativas del grupo

Aprender a delegar

Entre el dar y el recibir

Entre la individualidad y la comunidad

El orden del caos – estados creativos grupales